martes, 25 de mayo de 2010

Cómo evitar que tu perro pida comida de la mesa

Esta es una estampa típica de una familia a la hora de comer: todos sentados en la mesa y el perro llorando o gimoteando, yendo de uno a otro e incluso saltando sobre la mesa para robar algo de comida… ¿te suena?
Pedir en la mesa es un comportamiento bastante común pero es bastante fácil de prevenir y corregir.
Para empezar debemos pararnos un momento a analizar por qué el perro pide comida de la mesa. Tenemos que entender que es un comportamiento aprendido (y muy, muy reforzado). Piensa por un instante cuantas veces le has dado un trocito de pan después de comer, o los restos de tu comida o incluso algo más sabroso…porque…pobrecito…¡¡¡mira que carita!!! Y si no lo has hecho tu (ya me extraña) puede que haya sido papa, o mama o la abuela a escondidas...Si, en todas las familias hay alguien que se salta la norma de NO DAR DE COMER DE LA MESA...en todas, incluso en la mía.
Cada vez que hemos hecho esto le hemos enseñado que puede conseguir algo, que pedir en la mesa va a tener su recompensa…tarde o temprano. Estamos reforzando sin darnos cuenta un comportamiento que no queremos que se repita (esto sucede muy a menudo).
Lo que normalmente ocurre es que pasado un tiempo ya no nos hace tanta gracia que nuestro perro se ponga “tan pesado” a la hora de comer, ya no es tan cachorro y su carita de pena no nos “convence” tanto. Normalmente, a estas alturas, ya tenemos un perro que pide comida de una manera bastante brusca, puede incluso ladrar, darte con la patas o subirse a la mesa a robar de nuestro plato… aquí es cuando tenemos un verdadero problema.
Conozco casos en los que los propietarios prefieren comer de pie, en una esquina de la cocina para intentar acabarse su plato completo. Es una verdadera pena que nuestra mascota pueda condicionar nuestra vida de una manera tan desagradable. Se supone que tenemos un perro para disfrutar de su compañía, no para que se convierta en nuestro enemigo y nos tenga todo el día “en jaque”.

Vamos a analizar un poco más en profundidad el asunto.
Si la conducta ha sido aprendida está claro que podemos prevenir ese aprendizaje. La regla es muy sencilla: NUNCA LE DES DE COMER DE LA MESA. Tan sencillo como difícil de cumplir… Tenemos que llegar a un acuerdo con el resto de la familia y asegurarnos de que esto se cumpla… si alguien, aunque solo sea una vez, le da de comer, volveremos a tener un problema, es más, el problema se hará más difícil de resolver.
Por supuesto que podemos darle los restos de nuestra comida, si queremos y estamos seguros que es adecuado para su dieta, pero pondremos esos restos en su plato, no se los daremos de la mesa. Asegúrate de consultar a tu veterinario que “comida humana” puedes dar a tu perro sin causarle problemas estomacales.
Una conducta aprendida también puede corregirse, utilizaremos un método llamado “extinción”, es decir, dejaremos de reforzar ese comportamiento que queremos erradicar. Volvemos a la misma táctica, implantaremos la misma norma en casa: NUNCA LE DES DE COMER DE LA MESA.
Las conductas aprendidas a base de refuerzos son fácilmente “olvidadas” si no se ven reforzadas. El perro dejará de pedir en la mesa si NADIE le da de comer en la mesa. Si algún miembro de la familia cae en la tentación y le da un “trocito pequeñito” porque “por una vez no pasa nada” no solo no podremos solucionar el problema sino que, en este caso, estamos creando un comportamiento muchísimo más fuerte. En terminología de psicología habríamos puesto el comportamiento “bajo refuerzo variable” y esto intensifica la respuesta.

Si toda la familia colabora y cumplimos nuestra regla de oro veremos que en dos o tres semanas el perro “se aburre” de pedir y deja de molestarnos en la mesa.
Esta técnica de extinción no funciona si el perro se ve reforzado por pedir en la mesa con otros “refuerzos secundarios” que no habíamos tenido en cuenta. Como puede ser la atención recibida por mal comportamiento. Este es un error bastante común de todos los que tenemos perro, creemos que “castigar” a nuestro perro va a corregir su conducta…nada más lejos de la realidad. Vamos a poner este caso por ejemplo: nuestro perro está deseando que le prestemos un poquito de atención, llegamos de la oficina y nos sentamos directamente a la mesa a comer. Pensamos que nuestro perro está pidiendo comida y comenzamos el “juego” el se acerca a ti y tu le empujas y le dices: basta ya, deja de molestar......El perro piensa...ya está, ya me está haciendo caso, ya estamos jugando, voy a repetirlo, mira: me acerco otra vez y mi dueño se levanta, me dice unas cuantas palabras (el dueño estaba gritando: déjame en paz, vete a tu sitio, no me molestes, el perro estaba entendiendo: bla bla bla bla bla). El perro solo ve: mi dueño se pone a perseguirme y a jugar conmigo… ¡¡¡qué bien!!!
Falsos mitos, falsas soluciones
En el adiestramiento tradicional se “intentaba” dar una explicación al comportamiento de pedir en la mesa basándose una vez más en la anticuada teoría de la manada o teoría de dominancia. Según esto el perro pedía en la mesa porque quería escalar posiciones en la escala jerárquica familiar y convertirse en el líder de la manada.
Para “corregir” el problema decían que bastaba con dar de comer al perro después de que nosotros hubiéramos acabado ya que el líder de la manada (nosotros) come primero y después comen los demás ¿de verdad creemos que el perro va a asociar esta complicada estratagema?
Ya hemos explicado porqué los perros piden comida en la mesa… es sencillo, les merece la pena, les hemos recompensado por ello. Creo que nada tiene que ver con manadas, jerarquías ni dominancias, se basa en uno de los principios básicos de la teoría de aprendizaje animal, el animal repite los comportamientos que se le han reforzado. Además, ¿no sería más sencillo no tener un perro hambriento mirándonos mientras nosotros comemos?


Basándonos en los métodos de la educación canina en positivo proponemos algunas maneras de solucionar el problema. Como ya hemos explicado anteriormente lo ideal sería dejar de reforzar el comportamiento pero además vamos a añadir la enseñanza del “comportamiento alternativo incompatible”, una de las técnicas más sencillas y seguras.
A tu sitio
Para enseñarle esta orden necesitamos una alfombra, manta o cama, unos cuantos trozos de comida y como siempre, dedicación y paciencia.
Comenzaremos practicando SIN comida en la mesa. De hecho, comenzaremos practicando simplemente con la mantita, en un lugar sin distracciones.
Utilizaremos la técnica de señuelo refuerzo.
• Con un trozo de comida en la mano, le guiaremos (poniendo la comida cerca de su hocico) acompañándole hasta la mantita.

• Cuando sus cuatro patas estén dentro de la manta, le diremos “MUY BIEN” y le daremos el trozo de comida.

• Repetiremos el proceso unas cuantas veces, guiándole con comida hasta que realice el ejercicio con fluidez.

• Le diremos: A TU SITIO, y le guiaremos con comida hasta la mantita (tal y como hacíamos anteriormente). Premiaremos cuando las cuatro patas estén dentro de la manta. Repetiremos el proceso unas cuantas veces.

• SIN comida en la mano, le diremos A TU SITIO y le guiaremos acompañándole hasta la mantita hacia el lugar adecuado. Premiaremos con la voz y con comida. Repetiremos el proceso unas cuantas veces.

• Si hemos seguido los pasos del ejercicio y practicado varias veces durante varios días es muy probable que a estas alturas el perro vaya entendiendo el comando.

• Le decimos A TU SITIO y señalamos su mantita (intentamos evitar la ayuda de acompañarle). Espera a que el perro llegue a su sitio, dile MUY BIEN cuando tenga las cuatro patas en la manta y dale el trozo de comida. Repetir hasta que lo haga con fluidez.

• Aumentaremos la dificultad del ejercicio esperando a que se tumbe al llegar a la matita (es muy sencillo, no hace falta que se lo pidas, es muy probable que lo realice por si mismo… si fuera necesario ayúdale guiándole con la comida a la posición de tumbado). A partir de ahora solo recibirá el premio si se tumba al llegar a su sitio.

• Cuando hayas conseguido que vaya a su sitio cuando se lo pidas podremos comenzar a enseñarle a que permanezca en su sitio quieto hasta que se le digamos.

• Pídele A TU SITIO y cuando esté tumbado en su mantita acércate y retrasa el momento de darle la comida cuatro o cinco segundos. Estamos iniciando el QUIETO. Si permanece tumbado, dile MUY BIEN y dale el trozo de comida.

• Asegúrate de que tu perro está quieto y tranquilo en esta posición. Repite el ejercicio.

• Pídele A TU SITIO, y cuando esté tumbado en su mantita pon la palma de tu mano frente su hocico. Quédate a su lado y no te muevas. Pídele que no se mueva por unos segundos, simplemente retrasa el momento de darle la comida. Dale un trozo de comida, felicítalo suavemente y utiliza una palabra para liberarlo (¡ALE!, ¡BIEN!).

• Repite este proceso varias veces hasta que tu perro tenga una respuesta fiable en el ejercicio.

• Poco a poco pídele que permanezca quieto por periodos más largos pero quédate a su lado.

• Cuando tu perro entienda el ejercicio, puedes empezar a moverte un poco. ¡Un paso hacia atrás será suficiente! Si tu perro se queda quieto con la orden, vuelve inmediatamente a su lado, prémiale y ¡ALE!

• Repite el punto anterior varias veces hasta que se quede siempre quieto tras la orden mientras te alejas. Al principio siempre debemos volver pronto al perro para felicitarle y premiarle.

• Aumenta paulatinamente la distancia y la duración y distracciones en el ejercicio.

Es muy importante que ayudes a tu perro a realizar el ejercicio con éxito (debes asegurarte de pedirle sólo lo que puede lograr).
No queremos confundirle o frustrarle si realizamos demasiados intentos sin éxito. Por eso, al principio, pídele poco (lo que sabes con certeza que puede realizar) e incrementa tus exigencias muy despacio. Si tu perro no logra lo que le estás pidiendo, vuelve inmediatamente al nivel en el que realizaba el ejercicio sin fallos. De esta manera nos aseguraremos de que el perro tome el ejercicio como una experiencia positiva.

Cuando tu perro haya aprendido a ir a su sitio y permanecer tumbado y quieto cuando tú se lo pides podrás comenzar a practicar en “situaciones reales”. Prepara la mesa, ponte un plato de comida y di “A TU SITIO”… es muy probable que tengas que ayudarle unas cuantas veces y guiarle con comida hacia su mantita pero con unas cuantas repeticiones seguro que consigues el objetivo.
Levántate a premiarle en su sitio cada pocos segundos, ve aumentando el tiempo que debe permanecer quieto paulatinamente.
Aumenta las dificultades invitando a la familia a realizar el ejercicio contigo y en poco tiempo podrás pedirle a tu perro que se vaya a su sitio y os deje comer tranquilos mientras el permanece tumbado y quieto entreteniéndose con un hueso o con su juguete tipo Kong (premios y refuerzos por realizar el ejercicios correctamente).

Aunque este ejercicio parece largo y complicado la experiencia nos demuestra que hay perros que lo “entienden” rápidamente y en una sola sesión.
Por supuesto mientras le estás enseñando este “comportamiento alternativo incompatible” a la hora de comer tienes que evitar que siga “pidiendo” en la mesa, te aconsejamos que le mantengas en otra habitación, le pongas su ración de comida para entretenerle, le des su juguete interactivo favorito, un hueso o su Kong relleno de comida y/o por lo menos NO REFUERCES este comportamiento. Recuerda: NADA DE COMIDA EN LA MESA, todos tenéis que cumplir este propósito, habla con la familia y los invitados en las comidas, inclúyeles en el proceso de enseñanza de vuestro perro.

Cuando consigas que tu perro vaya a su sitio y permanezca tumbado tranquilamente mientras vosotros coméis tendrás unas comidas familiares mucho más tranquilas y tu perro estará también mucho más tranquilo y feliz (recuerda que está recibiendo refuerzos por cumplir lo que le hemos pedido).

martes, 18 de mayo de 2010

¿Cómo conseguir que mi perro no salte sobre la gente?

Saltar sobre la gente parece que es inevitable, es su manera de saludar.
Los perros saltan porque nadie les ha enseñado a comportarse de otro modo y porque además han recibido refuerzos constantes por ese comportamiento. A todos nos gusta acariciar a un cachorro que salta sobre nosotros y nos lame la cara... ¿por qué no nos gusta tanto cuando crecen y tienen el mismo comportamiento?
En el adiestramiento tradicional “trataban” este problema dando un rodillazo al perro cuando saltaba o ahorcándole con el collar de ahogo hasta que se rendía (o quedaba sin respiración) y se sentaba o le cogían de las patas delanteras y le apretaban hasta que decidieran soltarse y sentarse. Es evidente que este tipo de castigo no solo no enseña nada al animal sino que además de producirle dolor puede tener varios efectos secundarios, entre ellos, la agresividad hacia las personas. Una vez más insistimos en que los perros aprenden por asociación; si cada vez que se acercan a una persona para saludarla, esta persona le recibe con castigo y le produce dolor, ¿qué aprenderá el perro?... efectivamente: los humanos le producen dolor y por tanto debe protegerse de ellos ¿adivina como lo hará?

Podemos enseñarle a nuestro perro a no saltar sobre la gente para saludar de una manera sencilla siguiendo las pautas de la educación canina en positivo. Tenemos que reforzar intensamente el comportamiento alternativo incompatible con saltar, es decir, que se siente. Afortunadamente el sentado es el ejercicio más sencillo de todos y nos sirve para evitar muchos de los comportamientos indeseados.
Esta técnica se denomina contracondicionamiento. El perro no puede saltar y sentarse al mismo tiempo, por tanto vamos a centrarnos en fijar primero el comportamiento de sentado.

SIENTA

Esta orden puede ser muy práctica ya que te puede ayudar a controlar a tu perro cuando lo necesites. Lo ideal sería pedirle a tu perro que se siente antes de prestarle atención, darle comida, un premio o un juguete…

Como practicar:

• Practica en un lugar tranquilo, sin distracciones.
• Sujétale con la correa cerca de ti y enséñale que tienes un premio o juguete en la mano.
• Cuando el perro preste atención, mueve esa mano hacia arriba y hacia la cola del perro.
• El perro se tendrá que sentar para seguir tu mano con su mirada.
• En el instante que se siente, dale el premio.
• Repite ese proceso varias veces. Una vez que tengas claro que siempre puedes lograr que el perro se siente, añade el comando “SIENTA” antes del movimiento de tu mano.
• Practica varias veces al día.
• Poco a poco modifica el entorno, por ejemplo: practica sin correa, en otra habitación, en el coche, en el jardín o parque, etc.

IMPORTANTE: No toques al perro, no “le sientes” tú y no pierdas la paciencia.
Al empujarle hacia el suelo, podrías lastimarle la columna, y lo más importante: no ayudarías en absoluto a que el perro aprenda a sentarse por su propia voluntad.

Cuando el perro hay aprendido a sentarse cuando se lo pedimos trabajaremos para que mantenga la posición algún tiempo es decir, le enseñaremos la orden de quieto.

QUIETO

Este ejercicio es fundamental para controlar a tu perro en situaciones peligrosas, así que debemos sentar las bases de un aprendizaje sólido.

Practicando la orden

Primera fase:

• Empieza desde la posición de sentado. Puedes también practicar desde otras posiciones.
• Asegúrate de que tu perro está quieto y tranquilo en esta posición.
• Pon la palma de tu mano frente la nariz del perro. Quédate a su lado y no te muevas. Pídele que no se mueva por unos segundos (¡Quieto!), simplemente retrasa el momento de darle la comida. Dale un trozo de comida, felicítalo suavemente y utiliza una palabra para liberarlo (¡ALE!, ¡BIEN!).
• Repite este proceso varias veces hasta que tu perro tenga una respuesta fiable en el ejercicio.

Segunda fase:

En resumen esta segunda fase pretende conseguir la siguiente ecuación:
Orden ¡QUIETO! + ayuda con la mano = quieto + comida y ¡ALE!

• Poco a poco pídele que permanezca quieto por periodos más largos pero quédate a su lado.
• Cuando tu perro entienda el ejercicio, puedes empezar a moverte un poco. ¡Un paso hacia atrás será suficiente! Si tu perro se queda quieto con la orden, vuelve inmediatamente a su lado, prémiale y ¡ALE!
• Repite el punto anterior varias veces hasta que se quede siempre quieto tras la orden mientras te alejas. Al principio siempre debemos volver pronto al perro para felicitarle y premiarle.
• Aumenta paulatinamente la distancia y la duración y distracciones en el ejercicio.

Es muy importante que ayudes a tu perro a realizar el ejercicio con éxito (debes asegurarte de pedirle sólo lo que puede lograr).
No queremos confundirle o frustrarle si realizamos demasiados intentos sin éxito. Por eso, al principio, pídele poco (lo que sabes con certeza que puede realizar) e incrementa tus exigencias muy despacio. Si tu perro no logra lo que le estás pidiendo, vuelve inmediatamente al nivel en el que realizaba el ejercicio sin fallos. De esta manera nos aseguraremos de que el perro tome el ejercicio como una experiencia positiva.

Práctica sienta y quieto en distintos entornos y refuerza siempre con comida. Comienza a practicar estos ejercicios en los lugares en lo que necesitamos aplicarlo, es decir, en la puerta de casa (donde saluda las visitas) y durante los paseos cuando pasa alguien a nuestro lado.

Ahora podrás comenzara practicar el siguiente ejercicio ANTISALTO:

- Incítale a subir, abre los brazos y golpéate el muslo para animarle a subir. En cuando se suba encima de ti dile: “AH AH” (nuestra señal de no refuerzo, es decir, le explicamos que con ese comportamiento no va a recibir ninguna atención ni refuerzo) y permanece quieto, no le cojas las patas, no le mires, no hagas nada, simplemente espera. El perro “probará” otra manera para obtener tu atención y es muy probable que tras un par de saltos pruebe a sentarse… FELICITALE con efusividad y dale un trozo de comida (si en este momento vuelve a saltar tienes que permanecer inmóvil y volver al comienzo del ejercicio).

- Si no se sienta, puedes pedírselo, para eso hemos estado trabajando la orden de sentado y quieto antes de empezar este ejercicio.

Repite el ejercicio varias veces, el objetivo es conseguir que tu perro no salte encima de ti por mucho que le incites. Con unas cuantas repeticiones tu perro aprenderá que cuando le incitas para saltar lo mejor que puede hacer es sentarse para recibir tu atención, tus caricias y por supuesto un trozo de comida.
Con este ejercicio estaremos preparando a nuestro perro para que no salte encima de la gente por mucho que lo incite (que siempre hay alguien que lo hace), practicaremos cuando sea necesario hasta conseguir nuestro objetivo.

El siguiente paso será enseñarle a no saltar sobre el resto de la gente, para eso tenemos que sentar una regla inquebrantable: NADIE puede acariciar a nuestro perro si este no tiene las cuatro patas en el suelo. Si una de cada diez personas permite a tu perro que salte sobre él y le refuerza por ello, el comportamiento continuará repitiéndose, es más, lo hará con mayor intensidad.

Los perros aprenden de manera bastante rápida y segura a no saltar sobre su propietario pero les cuesta un poco generalizar este comportamiento con el resto de las personas.

Para este ejercicio necesitamos la colaboración de varias personas, así que organiza una sesión de entrenamiento con tus amigos.

Cada persona entrará en casa y realizará el mismo ejercicio anti-salto que te proponíamos al principio. Suena el timbre, la persona entra y le incita a saltar para saludar, cuando lo haga le dará la señal de no refuerzo: ah, ah y permanecerá inmóvil hasta que se siente. Felicitaciones, caricias y comida por sentarse. Repetirá el ejercicio 10 veces. Las primeras repeticiones es probable que el perro salte pero poco a poco irá disminuyendo su excitación y entusiasmo (saludar diez veces a la misma persona no es tan divertido) y sin embargo siempre será reforzado por sentarse. Después de varias repeticiones el perro se sentará en vez de saltar sin necesidad de pedírselo.


Cuando la primera persona haya terminado sus diez repeticiones comenzaremos con nuestro segundo invitado. Al principio parecerá que el perro no ha aprendido nada ya que intentará saltar sobre la persona, paciencia, sigue el proceso del ejercicio y verás que a la tercera o cuarta repetición el perro se muestra más colaborador.

Realiza el ejercicio con la tercera persona, diez repeticiones… Notarás que cada vez es más sencillo, repite con cada invitado.
Cada vez pediremos al perro que permanezcamos tiempo en sentado y quieto antes de acariciarle y premiarle.

No te olvides de recompensar generosamente a tus invitados por su colaboración, puede que les necesites otro día.

Desafortunadamente no vale con una solo sesión de entrenamiento para consolidar el comportamiento… tendrás que practicar con cada persona que venga a casa, ten preparados premios de comida cerca de la puerta y pide a todas las visitas que colaboren en el proceso de enseñanza de tu perro. Si no vas tener visitas en varios días tendrás que invitar a tus amigos otra vez a una sesión de entrenamiento.

Este es un problema de comportamiento que necesita que dediques bastante tiempo y muchas repeticiones para conseguir extinguirlo. Haz de cada sesión de entrenamiento un momento divertido, un juego, un momento genial para pasar un rato agradable con tus amigos y con tu perro. Esta técnica da SIEMPRE resultado pero tienes que implicarte y realizar tantas repeticiones sea necesario, si abandonas antes de conseguir el objetivo… seguirás teniendo un perro incontrolable que salta sobre las visitas y como consecuencias… cada vez tendrás menos visitas.

ESPERA

Practica también este otro ejercicio, enséñale a tu perro a que espere sentado y quieto para recibir las visitas.



1. Acércate a la puerta.

2. Di claramente “ESPERA”. PREMIALE

3. Pídele “SIENTA” y “QUIETO”. PREMIALE.

4. Abre la puerta mientras permanece en quieto. PREMIALE

5. Si se mueve, si se levanta, debes cerrar la puerta.

6. Repite los pasos 2 y 4.

7. Abre la puerta solo si tu perro permanece quieto y tranquilo. Puede que necesites varios intentos para conseguirlo.

8. Cuando puedas abrir la puerta sin interrupciones dale a tu perro la señal de liberación (“ya” o “libre”) y déjale que cruce la puerta o salude al invitado.

9. Debes practicar este ejercicio a diario, cada vez que abras la puerta. Este ejercicio funciona especialmente bien cuando el perro tiene una gran motivación por cruzar la puerta (para ir al parque, para recibir una visita…)

10. Es muy importante que utilices el comando “ESPERA” antes de pedirle que se siente y se quede quieto. El perro aprenderá a predecir el segundo comando y solo con pedirle “ESPERA” se sentará y estará quieto hasta que tu le permitas cruzar la puerta o saludar.

Practica el ejercicio de sentado y quieto y saludar sin saltar ahora durante los paseos, puede que vuelvas a tener que pedir la colaboración de tus amigos o intentar el ejercicio en situaciones reales y pedirle sentado y quieto para permitirle saludar a la gente que encuentres durante el paseo.

miércoles, 12 de mayo de 2010

No me gusta Malas Pulgas

NO ME GUSTA "Malas Pulgas"
Estupendo artículo de Jaime Vidal (Santi)
Estimados señores de Cuatro y Boca Boca :

Hoy 30 de abril de 2010 es un gran día para los perros, lo cual me hace tremendamente feliz. Es como si estuviera en un sueño. Ni en el mejor de ellos pude soñar que por fin en España, una televisión nacional nos iba a regalar un programa tan didáctico ...y necesario como el que empiezan a emitir esta noche. Un programa que reunirá frente al televisor a toda la familia y podré por fin mostrar a mi hija de 6 años cosas y valores tan necesarios para ella en su formación personal como la interacción correcta con los animales. Es sabido por todos que ,en psicología, los
niños muchas veces ensayan sus interacciones con las personas en su adultez interaccionando con animales, aspecto importante para que desarrollen el respeto, la empatía y el trato hacia los demás.
Mis siete perros también estarán impacientes frente al televisor.
Después de la polémica generada con otro programa que emite su cadena, “el encantador de perros”, con Cesar Millan como conductor, personaje de gran carisma televisivo, pero de gran pobreza en cuanto a técnicas para solucionar los problemas de comportamiento caninos con su apuesta llena de técnicas arcaicas y peligrosas para los perros y las personas, incluyendo el uso de la fuerza, el castigo y la imposición jerárquica.

Era del todo necesario enmendar el error de estas emisiones (más allá de éxitos comerciales) y qué mejor opción que apostar por un adiestrador joven, español, que remarcara la importancia del respeto y la amabilidad hacia los perros. Un adiestrador que nos explicara que los perros no
son malos, los hacemos malos, por nuestra aptitud agresiva y autoritaria hacia ellos, por nuestras caricias estresantes, equivocadas o por circunstancias traumáticas o de una socialización equivocada en edades tempranas, pero que pese a ello tienen una vida rica emocionalmente,
dispuesta si tienen oportunidad a mostrar siempre los sentimientos mas amables hacia los humanos.

Un adiestrador que tuviera experiencia, con conocimientos en neuropsicología canina, por ello le repugna acciones como suspender en el aire del cuello a un perro, las correcciones constantes y las amenazas, sabedor de que todo ello produce respuestas de miedo terribles, elevando los niveles de estrés tanto que el perro se verá obligado a defenderse de nosotros, o a quedar en un estado de “bajón” fisiológico denominado indefensión aprendida, resultado de haber agotado las reservas de noradrenalina, en una “ficticia calma” y por eso apuesta por tratar el fondo del problema, no se limita a “camuflar” los síntomas.

Necesitabamos que alguien nos diera lecciones de empatia, que nos explicara que cuando un perro se muestra agresivo, no es un problema de dominancia, ni que el perro sea así, sino que algo hemos hecho mal para llevar al perro a la necesidad de defenderse. Un programa didáctico que nos explicara qué lleva a los perros a esas acciones, y como prevenirlo o tratarlo también de manera amable.

Necesitábamos este programa para que viéramos como trabajar de manera correcta para tratar y prevenir sus problemas, ya que la educación canina hace años que evolucionó, siendo muchos los expertos que desaconsejan las técnicas aversivas.

Necesitábamos afirmaciones rotundas de que el miedo no es tirania, sino defensa. Un experto lo haría, así como decirnos que dicen otros expertos de este tema, lo que dicen los grandes maestros a nivel mundial como David Mech, padre de las teorias de la dominancia a nivel mundial, que reniega desde hace años de sus estudios iniciales, para descartar e incluso afirmar de la peligrosidad de estos planteamientos en nuestros perros, o las recomendaciones de la APDT en EEUU o de los veterinarios americanos que se posicionan en estos temas,a través de la Sociedad Veterinaria Americana del Comportamiento Animal (AVSAB)“ Recientemente, el periódico“Ciencia del Comportamiento Animal Aplicado” publicó los resultados de un estudio llevado a cabo durante un año por la Universidad de Pensilvania reflejando los riesgos del adiestramiento agresivo. Se comprobó que los “alpha rolls”, cuando los perros son tumbados a la fuerza y obligados a permanecer panza arriba, y los “dominance downs”, en los que los perros son obligados a echarse sobre sus costados, desembocan en respuestas agresivas al menos en el 25 por ciento del grupo estudiado. La AVSAB recomienda a los veterinarios no enviar pacientes a adiestradores que sean partidarios de la teoría de la jerarquía dominante y el adiestramiento confrontacional “

Al igual que en otros países, necesitábamos que se explicara al gran público lo desarrollado en “la semana de la Prevención de Mordeduras Caninas llevada a cabo en Estados Unidos, "Halifax, Nueva Escocia (PRWEB) 15 de mayo de 2009 . uno de los factores que ayudarían a evitar que parezca una epidemia pasaría por solicitar a los americanos que apaguen sus televisores. Un factor clave en el comportamiento agresivo en los perros es la forma en que son adiestrados. Los expertos se ponen de acuerdo al afirmar que las técnicas basadas en la dominancia utilizadas a menudo en populares programas incrementan el riesgo de agresión y los ataques de perros. Adina MacRae, Presidenta de Clicker Leash Co., “La mayoría de los perros muerden por miedoy las técnicas que vemos en la mayoría de programas de televisión están destinadas a suprimir comportamientos indeseados con tácticas atemorizantes”. Señala la incongruencia que se presenta a menudo cuando la gente trata de desarrollar un rol “alfa” en vez de cuidar de sus animales de compañía y que provoca que éstos se defiendan”.
Necesitábamos una explicación sobre como exponer gradualmente a un perro a un problema, información sobre las asociaciones que crean los perros al aprender y como convertir algo terrible para ellos en algo agradable…

Necesitábamos que alguien en la tele mostrara a nuestros niños precisamente que esa manera de actuar no es la correcta, que debemos ser amables con los perros, que no son un juguete, el deber de comprenderlos, por eso no hay que asustarlos, incomodarlos, estrujarlos etc. Y enseñarlos la rica vida emocional de los perros y como gestionarla.Que no debemos abalanzarnos sobre ellos, que debemos manejarnos de manera tranquila, no molestarles cuando descansan,

…… pero SONÓ EL DESPERTADOR ¡!!!!
NO ERA COMO UN SUEÑO, ESTABA SOÑANDO!!!!

Y que encontré en la realidad? Un programa de tiranos, bestias corruptas de cuatro patas a las que debemos tratar como animales. Suerte que en esta película contamos con un protagonista hibrido entre Steven Segal y Aguila Roja, presto a amenazar, a inmovilizar, a tener una aptitud todo lo chulesca que sea necesario, si hay que colgar del cuello alzando al animal de manera brusca, para subirlo a una mesa, se hace. A toda costa hay que parar la conspiración Judeo Masónica de los perros en contra de los humanos! “ No debeís nunca pedirles las cosas por favor!!! “ Nos enseñó como usar el cuerpo a modo de amenaza constante, gestos bruscos, a impedir que escapen los tiranos , sin duda cual experto en artes marciales como cualquier superhéroe que venga a dominar a los malos. Golpecitos en el cuello, tirones de correa constantes, retar de manera continua…”que son perros!!!”

Creo que mi hija no verá el programa. Tampoco le gustaría. Ella ya sabe como tratar a los perros.
Sus amigos no, aprenderán de Borja. Y el día menos pensado querrán someter a un perro. Y este les morderá. Luego diremos que era un perro dominante, cuando en realidad era un perro que se defendía… y muchos perros no morderán y perdonaran las continuas ofensas, pero habremos aprendido que hay que pisar a los demás para sobresalir en la vida. Habremos aprendido que la fuerza gana a la razón, que la imposición es lo que cuenta, si o sí hay que pasar por encima de lo que no nos parezca bien. Nunca descubriremos que la mejor manera de solucionar los conflictos es la empatía.

Creo que iré el próximo viernes al cine.
Siempre nos quedará “Como adiestrar a tu dragón” que sí explica valores de cómo solucionar la agresividad, un niño te lo muestra para acercarse y crear una amistad con uno de estos “malvados seres”. Este niño empieza a plantearse, que estamos haciendo mal para que ellos se muestren agresivos?.....Quizás si dejamos de hacerlo????????

Para acabar, he buscado pero no encuentro una palabra que pueda definir las siguientes acciones : pellizcar, molestar, amenazar, colgar, mostrarme brusco, imponer, dar tironcitos constantes de una cuerda que te sujeta del cuello, utilizar la fuerza para someterte y por último cuando estas terriblemente asustado obligarte por fuerza a ese estimulo que te genera pánico, produciendo un estado en el que se produjeron signos de ansiedad y temor, vocalizaciones de angustia, lucha, intentos de fuga,agresiones defensivas o redirigidas, respuestas deparalización/inmovilización, salivación, jadeo, micción, dilatación de pupilas, taquicardia i/o contracciones reflejas de la musculatura esquelética que originan temblores y otros espasmos musculares.…. Etc.

No la encuentro, me ayudan a encontrarla? Quizás deberíamos replantearnos lo que es aceptable o no en la vida y donde está la raiz de muchos de los problemas domésticos que tenemos en nuestra sociedad, más allá de los perros...

Artículo escrito por : Jaime Vidal ( Santi)
Educador Canino www.bluenitdogs.com